Creo claramente que soy un canal, por donde todo pasa...
Queda un beso verde y largo a los lados, como de felicidad.. y un recuerdo que hace eco dentro, con tu nombre.
Lo juro.
Pero solo soy un canal.
La poesía viene y me usa...
y se va a tus ojos...
Y se duerme entre las comisuras de tu boca, como si jugueteara presumiendo-me tu sonrisa y entonces despierta un pesado y gigantesco deseo dentro, que tengo que tragar de nuevo porque es un monstruo blanco y con garras de algodón: miedoso y torpe; perdido y olvidadizo.
Yo leo detrás de esta pared, porque ya conozco tus pasos cuando cruzas. Subo la voz, creo suponer que supones que no se que estás y sé que ambos sabemos que sabemos.