A una mujer frente al mar.

Era que le brisa no fue suficiente; si lo hubiera sido, te hubiera llevado el suspiro. Hubieras sabido que la lluvia era el mensaje. Pero nada sabe hablar como tú. Tu poeta se va a navegar y viene y canta. Yo toco y ella regresa con la boca llena de razones. Luego la lluvia para, y rodar este guion es imposible. Ahora es tan mágico y bello que no quiero que pase. Volverá a llover.