En las manos del viento,
de Rio a Paris, el ave grande desaparece. Qué dolor siento!
Sin humo, cenizas; Sin huellas, las vidas: No están.
Cada vez nos conocemos más,
nos sabemos lábiles y solidarios, más.
Amen, seremos siempre solidarios!
Un abrazo a Pío!
Llora por mi y por ti, amigo mío.