Monologo IV

Tu ausencia dejó pasar la brisa.
La luz entró por los huecos inadvertidos del pensamiento. Oh!
No me necesitaste de nuevo.
No regresaste conmigo.
Fui feliz de saber que lo habías sido
y comencé a ser yo.
No tan tuyo y me creció la vida dentro 
como un árbol gigante, dentro de una botella.

® Hecho y registrado por Peniel Ramirez

A todos los días de mayo, Jafmary y a Frida.

Ninguna sonrisa es igual si cruza la trayectoria de la suya.
A su ritmo baila, la música y las luces buscan besar la estela por donde pisa, pesa y pasa. 
Como cala, traza el cause y la ruta del agua que riega el bosque y promete verde, de este a oeste del azul, así como fertiliza el subsuelo de la brisa y mi felicidad.
A todos los días de mayo, Jafmary y a Frida.

Guardia a la guarida


Se ha puesto guardia a la guarida.
Vivas, sabrán la dirección del mar, la noche en la que le amanezca salir.
Hay arcos de soles verdes en la esperanza.
Hay dones de amor en Marilyn.

Las va nombrar.
Querrá nadar.
Vendrá a llorar y a despedir.

Mientras quede, como tú, lo vivo,
la noche no tendrá nido en el miedo;
No habrá, perdido perro
ni poeta sin oficio o por inspirarse.


Ella me dijo:

-Resulta que antes de anoche vino un enooooorme carey. Apareció en la playa a las 10:00 p.m. y que crees? Hizo un hoyo gigante y ahí puso su bebés... sus huevitos están ahí enterrados. Esperando ver la luz del sol y salir corriendo para que sus patitas toquen el agua del maaaaaaar.

Y el que lloró fui yo.

Amísimo

Me amo contigo, como si fuera alimentarme.
Me amo contigo, como si fuera asunto de vida o muerte.
Me amo contigo: impostergable.
Me amo ahora, en este ahora largo que has bautizado tú, con nuestros nombres.

Cuando la miro

Todas las luces del templo YAO
rebotaron en su esencia.
Grácil, hermosa, increíble,
tachó a mas de setecientos días,
con un segundo.

En vano tapa la sonrisa.
No hay quién detenga su primavera.
Su vera es cálida y segura.
En vano el universo es caos, con ella.
Hay prisa, espero,
en los mañanas que decora;
En el sésamo.
Es raro pestañear cuando la miro.