Re: Hola

 Ninguna princesa nunca, así, me habia abierto una ventana a su castillo, escoltado, con agua, heno a los burros y yo hecho caballero. 

 Has puesto frutas en una mesa de piedra;
has puesto rosas antiguas en el patio. Estás tú. Es una cena hermosa. Iré y te besare hasta que sangren todos los recuerdos. 

Porque entonces,
ya el futuro lo conoceremos.
Estará pintado de nosotros.

Antes del fin!

¿Qué vale más que la vida?
Me pregunto curioso.
Allá en la aldea,
el abuelo todo lo recuerda
Vale más por eso?
Trasmite, puede,
la sabiduría que nos hace vivir y morir.

Gracias Sábato por esa imagen.
Gracias al foro por este espacio.
Gracias a todos por estar.

Son instantes,
en donde respiramos (mal o bien)
No se como medirlos.
Son muchas vidas pegadas
como un largo tren,
en donde el recuerdo nos pauta
la proxima conducta;
En donde el instinto nos protege de todo.
A veces en medio de la tos;
a veces en medio de una muerte pequeña;
a veces en medio de la risa o las lagrimas.

Decae la vida.
¿Qué recuerdo sembramos al pasar?
¿Que instintos modelamos?
¿Ser feliz, mas que estar alegres es un mito?
¿O una condición que hay que alimentar?

Puede que lo que buscamos sea:
Convertir esos "instantes" en alegría,
satisfacción, placer, llenura, tersura al tacto, etc.
Mas, todo es pasajero.

¿Qué queda?
¿En donde queda?
¿Hasta cuándo?

Y volvió a mirarme.

Que por su blancura.

Que por su belleza.

Que por su sonrisa.

Que por su entereza.

Que por su mano de la mano de los niños.

Que por su juramento de pobreza.

Que por su cubierta hermosura.

Amé a Sor más de una vez.

Busqué su silueta en el trasluz.

Oí su tristeza en la oración.

Del talón, supe el camino largo

y que ya no le importaba "la mujer".

Las perlas no fueron

tan autenticas como su fé

y volvió a mirarme.

Tuve su mano también

Sus ojos limpios

Su historia ausente.

Ya lo dije:

Amé a Sor más de una vez.

Perjurio

No quiero llevarte de la mano.

No quiero mirarte en vano en el futuro.

No quiero ser "alguno" que se convierta en todo para ti.

Quiero ser cualquiera en tu patio. Quien me viera en el felatio cuando te olvido. No te he visto. No me visto para ti. Es todo bruma.

Quiero olvidarte ahora con apremio. No conozco la ternura deseada, ni quiero aprovechar este afelio, para besarte.

desilusión todavía

perihelio
en la punta de mis dedos
laten
sobre esta ola de la esperanza.
afelio
clavado en mi espalda
cuando te conozco.

Súplica III (Melodia entre dos)

Quítame el miedo de sentir. Quítame el miedo de soñar. Enséñame a hacer otra cosa, que no sea solo imaginar. Quítame el miedo de correr. Grita tu música y pásame el acorde aquel. ¿Cómo camino hasta tu alma? ¿Cómo navego hasta tu piel?

Arpegio bendito

¿Quién se atreve a decirte adiós? 
El amor llega arrasando todo,
todo eso que no debe quedarse,
todas esas notas que saltamos...

Esas segundas y cuartas duras.... Hay arpegios benditos
que solo le recuerdan tus pestañas. Hay fortísimos como besos que te dará,
colgado de tu nuca como los quirópteros se cuelgan de la noche. Hay pianísimos
con los que lavaré esas manos para tocarte. Conocerá tu alma Porque la dieron el mismo mes,
el mismo instante.
Porque la hicieron con el mismo envase. Se quedará por siempre. A veces redondo o blanco. A veces en silencio. A veces semifuso a contracoro.

Casi mio

Ojos de perro azul Mirada de ada luz Sonrisa bella Sonrisa bella Mirada de ada luz Ojos de perro azul

La quiero VI

Y yo, queriendo querer mas, queriendo que quieras quererme, queriendo que dejen de quererme los que me quieren a cambio de que yo le quiera. Y es que solo quiero querer ser el destinatario de la carta, que quiso que él quisiera sacar de sus sueños a la dama y hacerla real. Dejé de soñar. Fui y comí de su mirada, mastiqué la brisa, casi bese el suspiro. La ví partir, mas fuí feliz. Eso es querer (necesitar) Morir de sed, resucitar.

La quiero V

Fue la vida, cada sonrisa ofrecida. Fue la noche, después, la llovizna. Fue mi tristeza. Hay un sepulcro de palmas en su patio. Hay un volcán de amor, sobre su pecho.

La quiero IV

Todos los poemas enmudecen, yo también. Y ayer: La sueño desde entonces. ¿Cómo se deja de querer? ¿Cómo sabré si mi beso envenena? ¿Porque la quiero proteger y no hacer de este deseo feria? Es que la quiero.

La quiero III

La quiero. Aunque nada. Porque todo. La quiero. No tengo razón pa' explicarlo. La quiero. Bebo de su sonrisa. Cultivaría. Sí, cultivaría felicidad.

La quiero II

Me dilato en retratar su sonrisa. Su alma va poco vestida, sin pose, tan dulce... Robarme un roce, anhelo. sin prisa. Muero.

Réquiem a una flor rara.

Ya no es el miedo coetáneo de tu beso. Ya no es la imprudencia impertinente de las 11.  Ya no es Ese presente. Ahora soy feliz. Te veo de lejos. El té, que hice de ti, me envenena. Te veo de lejos. Tu belleza es ajena. Tu olor dulce, me gangrena el alma. Aquí poco me queda. Eres todo el jardín y me iré.

F.... has a new display picture.

Yo era como luz cenital, cuando me miro con su mejor sonrisa. Fui feliz. Yo era sol, ella brisa.

Esperar

Porque me sé el pasado de memoria: Vivo el recuerdo de aquel pequeño beso, de la firmeza blanca, del estremecimiento... Pide que se celebre también -Como se celebra, del sol o de la república, el nacimiento.-  Tam tam tam: los tambores. Tam tam, tu advenimiento. Porque me sé el futuro de memoria.

Mecho - n

Sus ojos son las puertas de su alma. Sus ojos son cerrojo de su amor. Sus ojos son carta abierta, mar en calma, hueco al sol.

Súplica III

Dame un beso Zen. Despéiname con tres manos. Dibújame un corazón. Oye mis latidos. Sonríeme por favor. Contagiemos al mundo. Tengamos un árbol. Consintamos un perro. En la pared de las fotos familiares, colguemos el olvido. Comamos. Caminemos.