Adoro,
como ha despertado tu poeta.
Prefiere las margaritas, yo la puerta.
Cruzaré la puerta y espero
que ya no esté jamás.
Adoro,
como ha regresado la primavera.
que trajo las margaritas, yo la selva.
Cruzaré la selva y de acero
brillante, será el muro en donde escribiré tu nombre.
Ha nacido un amor urbano.
Tú recuerdas la realidad y yo recuerdo el sueño,
vivo de eso.
Tuve el sueño:
Quizás como limosna a este inmenso anhelo
o como regalo que ya no merezco.
Mas, tuve el sueño
y allá al final
tu abrazo tierno.
Y allá al final
tu abrazo tierno.