Pasado III

Una estampida de sedientas mariposas pasaron por la flor. Ahora sin néctar, la flor, empujada por lo que queda de viento, las ve partir. Sus bocas, como si fueran una sola, se desmadraron como areíto, junto a un solo pistilo. La piel morena de la noche, supo la hecatombe. Drástico el pesar de la cascada, lo celebra. Si fuera poema el recuerdo, yo compraría pasado.