Esperando a la poesía

Y se dilata. Las amarillas florecitas asienten mis pensamientos, Porque es todo lo que saben hacer, además de recordarme a la mujer que vuelve a sí misma, allá donde no tiene que esforzarse por sonreír, donde puede caer finalmente en su cama y jugar a desaparecer. Si algún día me invitara a guardar silencio junto a ella. Si algún día me invitara a desaparecer pensando. Si algún día pudiéramos escribir la misma prosa, el mismo verso. Y la poesía se dilata. El viento frio regresa sin ella y sin explicaciones. Y se dilata. La tinta noir es menos cada vez, porque he encontrado a donde irse sin permiso. Y se dilata. El día se va porque no cree, no espera. Yo tampoco creo, solo espero. Nunca vino. Estos deseos desmembrados, son alimentos de criaturas imposibles. Quiero desaparecer. Lo logro. Lo que queda es frugal. Lo que queda es hueco. Lo que queda es poco. Lo que queda es de todos. Porque yo, lo que se ha ido, es de ella.