No me lee el amor de mi vida.
Que está enmascarado de recuerdos.
Que viene a mí, nocturno y disímil a burlarse.
Que está cercano.
Que golpea la puerta desde dentro,
por querer nacer,
pero no quiero dar a luz, al olvido.
Que lleva las manos húmedas,
los pies descalzos,
la mirada de nubes,
los ojos de lluvias,
la piel de fuego
y las pesuñas de algodón.
Que a veces es ella.
Que muere cada vez
que intenta nacer
y se queda
como papel entre los pergaminos...
y yo sin ganas de leer.
Que es posible,
lo creo.
A veces lo he estado por reconocer
pero el no me conoce a mi.
Que viene recostado a la pared
con hambre y frío.
Aquí sobra calor,
a pesar de la oscuridad.
Cada vez se oye mas cerca, mas cerca....
Lo he llamado:
-Ven! Antes de llegar no mueras..
que también moriré...
Y ya huele su respiración,
su susurro.
Que huele a aguaceros,
a flores silvestres.
Amargamente, a heno
a lluvia,
a malos recuerdos,
a cincel
que chispea y endereza.
El amor de mi vida, eres tú, ahora..
Este es el único momento.
Antes,
luego,
no existen...
Por eso le he quitado el corazón y me late en las manos.
Tú eres todo.
y este poema que late en mis manos es para ti.
® Hecho y registrado por Peniel Ramirez