Facundo Cabral

Vinieron de frente, 
por donde se supone que ha de venir la brisa fresca. 

Total, inesperado: 
Llenos de cobardía y miedo, no le dejaron pelear. 

Apretaron a matar sus fusiles como si..... 
 mi menor.. 
re menor.. 
do menor... 

Espantaron, 
como a una mariposa, 
a otra... 

Solo que, a dónde va a volar ahora? 
Lo liberaron, sola bala. ... 

En el mismo Boulevard Liberación, 
Guate 
Mala!

Quisiera ser feliz de nuevo.

Mientras soñamos,
con los pies, 
navegando con mar en calma, 
el corazón galopa y tiene de barrotes, los besos. 

Mientras nos miramos felices, 
cada uno,
del otro lado del abrazo, 
tierno, 
largo y dulce. 

Mientras se olvida todo y se persigue el calor. 
Lloro. ¿Dónde estás?
Ahora recuerdo tu sonrisa. 
¡Qué bella! 
Quisiera ser feliz de nuevo.

Que te aleja.

Menos joven, a cambio de razón. Menos joven, a cambio de que, cada día, hay sabiduría que vale mas que la piel tersa, que el sueño y la prisa. 

Menos joven, dueño de un mundo más pequeño.
Ahora el beso es lento.

Menos joven, pero ya sé el camino, que nos trajo a la sonrisa innata. 

Manos maduras, completas para desnudar de ansias al mundo. 

Menos joven, por haber aprendido, que tras tu muerte intermitente está mi grito, ese de felicidad, ese por el que te busco y vivo.

Menos joven, más cerca del momento, que la luz inmediata me tenia. Cada mordida a cada fruta, que me alejaba de ti, "terrible muerte" ya no me tortura. Ahora espero cuando, ahora espero el día. Menos joven y con tanta suerte, que ya tuve lo que necesito. Ahora solo resta lo que quiero, verla. Ahora ruego porque se repita, en medio de estos años, la muerte, de la razón que te aleja.

® Hecho y registrado por Peniel Ramirez

Poca cosa

Lejos, 
tus azucarados labios,
se oyen como un tren. 

Pasan, 
me estremecen de nuevo. 
Espero en el andén.

Estado de ánimo 1976 II




Encontré a Octubre durmiendo,
luego de la revancha.
Se vino a lavar la sangre a la fuente
y estaba seca.

La maleza, crecía sin equilibrio;
natural, con su propia belleza.

El cielo, oscuro como si tuviera ganas de anochecer,
nos dió su lluvia.

Me miró, despertando.
Me sonrió, entristecido.

Le tendí mi mano.
La tomó.
Se recostó junto al muro, conmigo.

Cantamos una canción sencilla.
Mientras, que desde este infierno,
todo el humo subía, como en un mundo sin gravedad ni luz.

Nací luego.
Me arrancaron del jardin donde jugaba.
Me miraron ojos de amenazas, me castigaron sin razón, respire su aire.

Una mujer lloraba, parecida a mi y me alejaron de su pecho.


Re: Hola

 Ninguna princesa nunca, así, me habia abierto una ventana a su castillo, escoltado, con agua, heno a los burros y yo hecho caballero. 

 Has puesto frutas en una mesa de piedra;
has puesto rosas antiguas en el patio. Estás tú. Es una cena hermosa. Iré y te besare hasta que sangren todos los recuerdos. 

Porque entonces,
ya el futuro lo conoceremos.
Estará pintado de nosotros.

Antes del fin!

¿Qué vale más que la vida?
Me pregunto curioso.
Allá en la aldea,
el abuelo todo lo recuerda
Vale más por eso?
Trasmite, puede,
la sabiduría que nos hace vivir y morir.

Gracias Sábato por esa imagen.
Gracias al foro por este espacio.
Gracias a todos por estar.

Son instantes,
en donde respiramos (mal o bien)
No se como medirlos.
Son muchas vidas pegadas
como un largo tren,
en donde el recuerdo nos pauta
la proxima conducta;
En donde el instinto nos protege de todo.
A veces en medio de la tos;
a veces en medio de una muerte pequeña;
a veces en medio de la risa o las lagrimas.

Decae la vida.
¿Qué recuerdo sembramos al pasar?
¿Que instintos modelamos?
¿Ser feliz, mas que estar alegres es un mito?
¿O una condición que hay que alimentar?

Puede que lo que buscamos sea:
Convertir esos "instantes" en alegría,
satisfacción, placer, llenura, tersura al tacto, etc.
Mas, todo es pasajero.

¿Qué queda?
¿En donde queda?
¿Hasta cuándo?

Y volvió a mirarme.

Que por su blancura.

Que por su belleza.

Que por su sonrisa.

Que por su entereza.

Que por su mano de la mano de los niños.

Que por su juramento de pobreza.

Que por su cubierta hermosura.

Amé a Sor más de una vez.

Busqué su silueta en el trasluz.

Oí su tristeza en la oración.

Del talón, supe el camino largo

y que ya no le importaba "la mujer".

Las perlas no fueron

tan autenticas como su fé

y volvió a mirarme.

Tuve su mano también

Sus ojos limpios

Su historia ausente.

Ya lo dije:

Amé a Sor más de una vez.

Perjurio

No quiero llevarte de la mano.

No quiero mirarte en vano en el futuro.

No quiero ser "alguno" que se convierta en todo para ti.

Quiero ser cualquiera en tu patio. Quien me viera en el felatio cuando te olvido. No te he visto. No me visto para ti. Es todo bruma.

Quiero olvidarte ahora con apremio. No conozco la ternura deseada, ni quiero aprovechar este afelio, para besarte.

desilusión todavía

perihelio
en la punta de mis dedos
laten
sobre esta ola de la esperanza.
afelio
clavado en mi espalda
cuando te conozco.

Súplica III (Melodia entre dos)

Quítame el miedo de sentir. Quítame el miedo de soñar. Enséñame a hacer otra cosa, que no sea solo imaginar. Quítame el miedo de correr. Grita tu música y pásame el acorde aquel. ¿Cómo camino hasta tu alma? ¿Cómo navego hasta tu piel?

Arpegio bendito

¿Quién se atreve a decirte adiós? 
El amor llega arrasando todo,
todo eso que no debe quedarse,
todas esas notas que saltamos...

Esas segundas y cuartas duras.... Hay arpegios benditos
que solo le recuerdan tus pestañas. Hay fortísimos como besos que te dará,
colgado de tu nuca como los quirópteros se cuelgan de la noche. Hay pianísimos
con los que lavaré esas manos para tocarte. Conocerá tu alma Porque la dieron el mismo mes,
el mismo instante.
Porque la hicieron con el mismo envase. Se quedará por siempre. A veces redondo o blanco. A veces en silencio. A veces semifuso a contracoro.

Casi mio

Ojos de perro azul Mirada de ada luz Sonrisa bella Sonrisa bella Mirada de ada luz Ojos de perro azul

La quiero VI

Y yo, queriendo querer mas, queriendo que quieras quererme, queriendo que dejen de quererme los que me quieren a cambio de que yo le quiera. Y es que solo quiero querer ser el destinatario de la carta, que quiso que él quisiera sacar de sus sueños a la dama y hacerla real. Dejé de soñar. Fui y comí de su mirada, mastiqué la brisa, casi bese el suspiro. La ví partir, mas fuí feliz. Eso es querer (necesitar) Morir de sed, resucitar.

La quiero V

Fue la vida, cada sonrisa ofrecida. Fue la noche, después, la llovizna. Fue mi tristeza. Hay un sepulcro de palmas en su patio. Hay un volcán de amor, sobre su pecho.

La quiero IV

Todos los poemas enmudecen, yo también. Y ayer: La sueño desde entonces. ¿Cómo se deja de querer? ¿Cómo sabré si mi beso envenena? ¿Porque la quiero proteger y no hacer de este deseo feria? Es que la quiero.

La quiero III

La quiero. Aunque nada. Porque todo. La quiero. No tengo razón pa' explicarlo. La quiero. Bebo de su sonrisa. Cultivaría. Sí, cultivaría felicidad.

La quiero II

Me dilato en retratar su sonrisa. Su alma va poco vestida, sin pose, tan dulce... Robarme un roce, anhelo. sin prisa. Muero.