Effeuiller la marguerite

No se deshoja una margarita.
Se ama.
Nunca se arranca.
Jamás se despetala.

Malestar inspirador:

No toque la margarita oño!
Tóquese usted.
¿Hay razón oracular en saber si es querible?
¿Si, usted, si es querible. Sabe amar?
¿O "te amo" ya solo significa "necesito"?

Preámbulo: Dolina cállate!

Que no mienten? Todas mienten.
Que son de almas celtas de los niños? Já!
Que son la blancura que espero?
Que ya están a su lado?
Las he visto.

Advertencia:

No digas: Un peu, si no te has dado tú!
No digas: beaucoup, si no te has dado igual!
No digas: passionément, solo por entender.
No digas: à la folie, ...que locura!
No digas: pas du tout, no sabes nada!

Ya todos quieren, ya todos necesitan.
¿Qué clase de remedios lleva usted?
¿El que me sana a mi?
¿El que va y sana a aquel?

Observación:

¿Será que el amor es el arte de persuadir lo necesario?
¿Será la máscara del que busca, halla y mantiene?
¿Qué cosa innecesita y ama?
Que pronto se descubre el lastre, que es amado, pero no puede amar su lastre es la excepción a este absoluto.

No se deshoja una margarita.
Se ama.
Nunca se arranca.
Jamás se despetala.

No toque la margarita.
Tóquese usted, ame!
Hágase querible.
Ojo!
Si es vela, le querrá.
Si es lastre, su tiempo habrá perdido.

Pétalo X

Pido a mis dioses que te den un día feliz.
Juro que si no lo hacen,
me haré rebelde y cuando sea dios,
les haré la guerra!

Pétalo IX

El rosado es escaso. 
Por eso vengo a maravillarme con tu sonrisa rosa;
tu aura rosa, 
tus pómulos rosa... 

Ya sé por qué las rosas, todas, quieren parecerse a ti.

Pétalo VIII

Creo claramente que soy un canal, por donde todo pasa... Queda un beso verde y largo a los lados, como de felicidad.. y un recuerdo que hace eco dentro, con tu nombre.

Lo juro. Pero solo soy un canal. La poesía viene y me usa... y se va a tus ojos... Y se duerme entre las comisuras de tu boca, como si jugueteara presumiendo-me tu sonrisa y entonces despierta un pesado y gigantesco deseo dentro, que tengo que tragar de nuevo porque es un monstruo blanco y con garras de algodón: miedoso y torpe; perdido y olvidadizo.

Yo leo detrás de esta pared, porque ya conozco tus pasos cuando cruzas. Subo la voz, creo suponer que supones que no se que estás y sé que ambos sabemos que sabemos.

Pétalo VI

El dolor empina una valiente mirada. Hay una sonrisa abajo que no sucumbe: Generosa, imparcial, impredecible. Atisba a la vida cuando menos espera, a otra mirada que descubre, en un chasquido de gracia, toda la belleza.

Pétalo V

Erosión. ¿Cómo siembro rosas en ti, para que cuando diga eso que pienso, las palabras no arrastren, a su paso, todo?

¿Porqué la realidad solo vive metiéndose atrevidamente entre dos sueños que se encuentran? 
Toca fondo. 

Una vez dije: Se reparan sueños. Y nadie me trajo uno roto.

Pétalo IV

Querer, necesitar, tener, perder de nuevo... ¿Dónde estará la felicidad?.. A veces creo que esta en, solo estar y ser... Creo que sabemos demasiado sobre otras dimensiones, y como no la alcanzamos desde este plano de la realidad, sufrimos.

Tengo el poder de limitar este plano de la realidad... eso sí.

Pétalo III

Si... Son los mas amados por mi...
La experiencia de los sentidos es efímera.. palpita.. decae... prefiero la elasticidad de lo etéreo y ambiguo.. lo bello y sin nombre.... que sepa a canción.
Como el sentido que puede tomar un verso en cada interpretación.

Pétalo II

Miras profundo.
Tus pestañas son cárcel viajera (contigo),
de tu mirada.

Pareces rendida o,,
esperando para saltar a la presa y devorarlo todo.

Te temo.
Eres fiera impredecible?
o tímida musa que no podre tocar?
Y quieres ser poeta...
Y.. Lo bella que pareces ser como eres.
Quizás nunca podremos ser lo que no somos.

Felicidades a ti,, que te haces deseable
con los colores que regalas
al abrirte al sol y a mi mirada.

La poesía está en tu mirada,
en tus manos,
en tu piel,
en tu pelo,
en tus pasos,
en tus pensamientos (esos que no se cuentan).

Somos nosotros...
"Apresando al agua tibia entre la piel y las manos;
Calentando las telas y suponiendo que ellas,
nos calientas a nosotros...
Pero el calor, somos nosotros,
las sabanas son frías,
y tú eres toda la poesía.

Pétalo I

No hay palabras para llamarte.
El relámpago te anuncia.
Late luego y aletea,
ella llega como la lluvia, que moja todo
y azota a las hojitas.

Luego gotea quejumbrosa y pequeña,
desnuda y querible,
de los tentáculos flácidos de la maleza.
Yo, que no he pedido nada,
lo quiero todo.

Ella te hace la mujer perfecta,
me hace a mí, el único incansable.
Te he visto.

En el penúltimo de mis sueños, sin hablarte aun:
Te recostabas frente al mar con atuendo de flores rosadas,
sonrisa escasa, mechón negro y manos de mármol.

Yo quise ser Sol.

Sus 15 de nuevo

Qué mirada tan dulce!
Qué inocencia tan clara!
Qué preludio a negar!

Ha venido buscando.
Qué atrevido, quien ama
a la baja mar.

Qué momento el de ahora:
El de halcones pisando (por volar);
El de histeria en silencio (por gritar);
El de piedras cantando,
de amar mientras tanto;
Adoro que te amo.
Te pierdo y no quiero.
Hoy toca llorar.

O herir la sonrisa, para curar.
No! Y niega.
Nada le trajo la siega de silencios y bondades;

de espera, como troncales de la esperanza.

Qué mirada tan dulce!
Qué inocencia tan clara!
Qué preludio a negar!
Qué preludio a negar!

miedo rotundo

Qué valentía esta tan tonta,
de salir de las gargantas de la muerte
y enfrentarse sin armas, fuerzas, o suerte,
a sus hijas.

La vida me aplaza en su plan de espera.
No tengo credenciales para la mesa.